La distribución de espacios
no es más que una disposición física de las dependencias y zonas en un
determinado espacio.
En los espacios infantiles,
la distribución cobra gran importancia pues, dependiendo de cómo esté configurada,
afectará de una manera u otra en la vida diaria del centro. Estos espacios
deben ser lo más adecuados posibles ya que, los niños y el personal laboral
pasan muchas horas en ellos. Para que lo sean, es necesario tener en cuenta una
serie de aspectos que resultan interesantes e importantes.
La localización y orientación
del centro debe ser la más idónea posible. Resulta interesante que el centro se
encuentre en una zona de fácil acceso ya que, esto supone comodidad para todas
las personas que hacen uso de él. Ligado a la localización, tenemos que tener
presente la orientación pues, resulta sano y positivo que la iluminación y
ventilación sea lo más directos y naturales posibles. La orientación también es
importante, según que zonas, para aprovechar al máximo las horas de sol ya que
proporciona calor y luz. En este caso, es importante, según mi criterio,
colocar espacios como las aulas o el patio exterior en la zona soleada del
recinto. De no ser posible, hay ventanas que puede ponerse en el techo, claraboyas, y así poder solventar la situación.
Una vez tenemos la
orientación y la localización, tendremos que estudiar el tipo de distribución
más adecuado para el espacio del que disponemos. Todo esto dependerá de si el
espacio es de nueva construcción o de reforma ya que, la estructura nos puede
entorpecer en algún tipo de distribución. De todas formas, al encontrarnos con
esta realidad, no debemos bloquearnos ni obcecaros con lo que hay, si no que, debemos
echar partido a la imaginación y crear espacios que sean lo más idóneos
posibles, siendo flexibles y dinámicos: siempre podemos poner rincones en el
hall, pasillos, o crear separaciones y tabiques con divanes, cortinas…
Cuando pensamos en el
espacio de un centro infantil y en sus estancias, lo primero que tenemos que
tener en cuenta es la respuesta que tenemos que ofrecer ante la demanda de los niños que allí acuden:
espacios para jugar, descansar, realizar actividades plásticas, actividades de
psicomotricidad, actividades de grupo e individuales, zonas de higiene,
alimentación…
Otra consideración
importante que debemos tener en cuenta son los espacios destinados al personal
docente y no docente que allí trabaja, pues, hay espacios de los que no se
puede prescindir: un sitio para cambiarse y guardar las pertenencias, un sitio
adecuado donde reunirse y estar con las familias…
Mi consejo es que, como he mencionado
anteriormente, aproveches la luz y los rayos del sol para poner allí las aulas
y el patio exterior. También es aconsejable que estancias como la conserjería o
las aulas queden en la zona principal del edificio pues, permitirá un mejor y
más cómodo acceso para los usuarios. El comedor, la sala polivalente o el
despacho pueden quedar más retirados.
El tipo de actividad que se
lleva a cabo en el centro y la metodología es otro de los factores que debemos
tener en cuenta. Dependerá de los mismos que la distribución más idónea sea de
una manera u otra. No todos los centros infantiles trabajan de la misma manera
ni tienen la misma metodología pues, los habrá que den mucha importancia a una
metodología basada en rincones y actividades en grupo y otras que den más
importancia a acercar el centro infantil a la naturaleza, creando espacios
verdes, un huerto…
Una última consideración que
es muy importante tener en cuenta es que, hoy en día se hace hincapié en la
inclusión en la educación, todos los niños tienen derecho a gozar de una educación
adaptada a sus necesidades y características y, como todo, el espacio es un elemento
educativo que hay que adaptar a esas necesidades.
Así pues, en resumen, el
objetivo principal es conseguir: espacios flexibles pudiéndose dar cambios en
las estructuras con tabiques móviles, biombos, puertas correderas… con el fin
de obtener espacios para usos diversificados, higiénicos, que cuente con buena
iluminación, bue acceso, siendo espacios agradables y cálidos, adecuados según
el tipo de actividad que se vaya a llevar a cabo en él, ajustados a las
necesidades y características de las personas que conviven en el centro y que,
arquitectónicamente sea seguros y cuenten con materiales blandos, resistentes,
sin aristas punzantes, de fácil limpieza…
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