El recién nacido aprende en
el transcurso de su desarrollo motor no solamente a girarse boca abajo, dar vueltas,
arrastrarse, sentarse, estar de pie o caminar, si no también aprende a aprender
(aprender a aprender).
A estas edades los adultos
no deben intervenir apenas. Si esto sucede, el niño será al final dependiente totalmente
del adulto ya que estamos anticipado lo que sería su desarrollo. Tenemos que
facilitar que lo haga solo, que sea el niño el que decida cómo hacerlo y cuándo
hacerlo. Nosotros como adultos
facilitaremos materiales, acondicionaremos el espacio…